El rol de los salesianos en la Patagonia chilena y argentina durante el final del siglo XIX y principios del siglo XX es un tema complejo y doloroso, que en los últimos años ha sido revisado críticamente por investigadores y comunidades originarias. Aunque la narrativa tradicional los presentaba como misioneros dedicados a "civilizar" y "proteger" a los pueblos indígenas, hoy se reconoce que su accionar contribuyó de manera decisiva a la desestructuración cultural, el etnocidio y la desaparición física de comunidades enteras, especialmente los selk'nam, yagán y kawésqar.
La llegada de los Salesianos a la Patagonia
Los salesianos de Don Bosco, una orden católica fundada por San Juan Bosco en Italia, llegaron a la región austral en la década de 1880, como parte de la expansión misionera impulsada por la Iglesia Católica. En ese entonces, tanto el Estado chileno como el argentino estaban ejecutando campañas de colonización violenta, como la Campaña del Desierto (Argentina) y la "Pacificación de la Araucanía" (Chile), que significaron la invasión militar de territorios indígenas y la apropiación de sus tierras.
En este contexto, los salesianos recibieron apoyo directo de ambos Estados y fueron considerados herramientas útiles del proceso colonizador. Su misión fue "reducir" a los pueblos indígenas, es decir, concentrarlos en misiones para alejarlos de sus territorios y de sus formas de vida tradicionales.
Rol nefasto: "Protección" como encierro
En las misiones salesianas de Punta Arenas, Río Grande, Isla Dawson y otras zonas, los indígenas eran "rescatados" o "protegidos", pero en realidad eran arrancados de sus territorios, separados de sus familias y obligados a adoptar costumbres europeas.
Entre las prácticas más destructivas estuvieron:
- La prohibición de las lenguas originarias.
- La imposición forzada del cristianismo.
- El desmantelamiento de las estructuras sociales indígenas.
- El internamiento de niños y jóvenes indígenas en condiciones inhumanas.
- El desarraigo absoluto de sus territorios ancestrales.
Los salesianos, aunque en muchos casos documentaron las masacres y abusos cometidos por estancieros y buscadores de oro, no intervinieron efectivamente para detener el genocidio. Por el contrario, su labor contribuyó a acelerar el colapso de las culturas originarias al destruir sus redes familiares y sus sistemas de creencias.
En lugares como la Misión de Isla Dawson, las condiciones de vida eran extremadamente duras y las enfermedades europeas, como la tuberculosis y el sarampión, se propagaron rápidamente, diezmando la población indígena. Muchos indígenas murieron en las propias misiones, bajo la supuesta "protección" salesiana.
Etnocidio y borrado cultural
Los salesianos fueron responsables de un proceso de etnocidio, es decir, la destrucción sistemática de la identidad cultural de los pueblos indígenas. Si bien dejaron registros escritos, fotografías y estudios etnográficos sobre los selk'nam, yaganes y kawésqar, su rol nunca fue neutral: eran parte activa del aparato colonial.
Además, en muchos casos instrumentalizaron la educación religiosa para facilitar la colonización, enseñando sumisión y adaptación a un modelo social y económico que servía a los intereses de los colonos europeos y los Estados nacionales.
La narrativa posterior: de "héroes civilizadores" a cómplices del genocidio
Durante gran parte del siglo XX, los salesianos fueron retratados como "benefactores" que protegieron a los indígenas de la barbarie de los colonos. Sin embargo, esta visión ha sido fuertemente cuestionada. Hoy, desde una perspectiva decolonial y de derechos humanos, se entiende que los salesianos, aunque en algunos casos pudieran haber tenido intenciones humanitarias individuales, institucionalmente formaron parte de la maquinaria colonial y genocida.
Bibliografía recomendada
- "Los Selk'nam. La vida y la muerte en la Tierra del Fuego" – Anne Chapman.
- "La Patagonia Trágica" – José Luis Alonso Marchante.
- "Misión y colonización: los Salesianos en la Patagonia Austral (1880-1915)" – Diego Mauro.
- Documentales como "El fin del mundo", que retratan la historia de la Misión de Isla Dawson y su impacto en las comunidades kawésqar y selk'nam.